La hoja en blanco es como un espejo, a veces da miedo verla tan vacía y uno se pone a escribir, a llenarse a uno mismo.
Es importante leerse de vez en cuando, a cambiar la hoja si es necesario y no dejar que se ponga muy amarilla.
Suele darme pánico ver
mis hojas, veo garabatos en todos los costados y nada concreto en el
medio. Me acuerdo cuando iba a primaria y la señorita me retaba porque escribía en
los bordes de todas las hojas. Me hizo llenar una hoja con todos los
costados rojos y el centro en verde, como un semaforo, intentando así que
yo dejara de pasarme de la zona de los renglones. Hoy ya pasaron casi
10 años de eso, y sigo sin poder llenar una hoja sin si quiera hacer un
dibujo en los costados.Perdón seño, pero a pesar del vértigo que me genera ver mis vacíos en
las hojas, más me gustan mis garabatos a los costados del papel en
blanco. Algún día podre llenar el centro de la hoja con algo que me
guste leer, mientras tanto, seguiré con mis dibujitos a los costados de la misma.