lunes, 28 de enero de 2013

Las escondidas

La única luz en toda la casa es la del monitor de mi computadora, son las 6 menos cuarto de la madrugada y no pare de pensar ni un minuto desde que me desperté, por suerte, tarde. 
Aprovecho ahora que todos duermen para fumar un cigarrillo al lado de la ventana, escondido y mirando la puerta de reojo. Después voy a estar diez minutos lavándome los dientes para sacarme el olor de la boca. Ellos ya saben que fumo, pero yo me escondo del sermón, de la verdad y, en parte, ellos también.
Todos estamos jugando a las escondidas en esta casa, afuera y fuera de ella. Todos elegimos lugares espantosos para escondernos, parecemos nenes, elegimos los lugares más obvios, todos nos estamos mirando de lejos y nadie se anima a salir a buscar su salvación y eso nos hace perder el juego.
Perdimos, volvamos a empezar o mejor no... mejor juguemos otro juego.

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"Si alguien decide dar el primer paso, es muy probable que el resto lo siga"